La época de las webs estáticas y con mucho texto aburrido hace tiempo que pasó a mejor vida. Hoy en día, tu audiencia espera encontrar contenidos visuales, dinámicos e innovadores en tu web. Y de los distintos recursos que se utilizan habitualmente para hacer una web más interesante, el vídeo explicativo es probablemente el más eficaz.
Los vídeos explicativos son uno de los formatos más utilizados por las marcas, puesto que les ayudan a dar a conocer un producto o servicio, ya sea nuevo o existente, que se ha mejorado o actualizado, así como explicar sus características y funcionalidades para que el usuario pueda valorar los pros y contras que le va a aportar, según sus necesidades e intereses, antes de adquirirlo.
Las DEMOs o demostraciones de producto son ideales para que los consumidores o potenciales clientes puedan conocer y ver el producto o servicio sin haberlo adquirido. Por eso facilitan y agilizan el proceso de compra, ayudándoles con la toma de decisión. Las DEMOs o demostraciones terminan convirtiéndose en el escaparate de una empresa para presentar su marca y dar a conocerla.
¿Cuál es la duración ideal de un vídeo? Toda empresa que empieza en el fantástico mundo del vídeo marketing se hace esta misma pregunta, y muy pocas veces es respondida, puesto que esto varía por numerosos factores; el tipo de vídeo, el producto/servicio que se está vendiendo, la finalidad del vídeo, etc. Sin embargo, desde The Visual Speech, tras años de trayectoria, podemos decirte que actualmente, la duración que mejor funciona para los vídeos explicativos es de 30 segundos.
Medir la efectividad de un vídeo, la clave para que tus campañas funcionen. Pero, ¿cómo? Vamos por pasos.
En el post de hoy vamos a hablar de las ventajas de los vídeos explicativos animados, pero antes, queremos mostrarte unos cuantos datos que seguro te harán entrar ganas de utilizar este recurso en tu site.
Videos en el sector salud, una práctica cada vez más frecuente y común y, no es de extrañar, puesto que el 60% de los internautas españoles realiza búsquedas sanitarias. Una cifra alarmante si se tiene en cuenta la veracidad de cierta información en la red.
La batalla entre el contenido (en texto) y el contenido (texto + imágenes) ha comenzado. El texto, coronado como rey muchos años atrás, se ha visto descoronado finalmente por el gran poder y fuerza del video, al que todos conocen como video marketing.
Estás esperando un número, seguro. Pero, desgraciadamente, no hay una cifra ni una fórmula mágica que indique la duración máxima que debe tener un vídeo para asegurarte su visionado íntegro y facilitar su viralidad.
El placer del cerebro al comprender es similar al que produce el opio Cada vez que el cerebro comprende algo una descarga de endorfinas recompensa a nuestras neuronas con una dosis de placer similar al que provoca el opio. Un estudio del año 2.006 del Dr. Irving Biederman, publicado en la revista American Scientist, llegó a esta sorprendente conclusión: No hay mayor placer para el cerebro que comprender. Y ese placer es similar al que producen los opiáceos. Curiosamente, y esta es la parte que más nos interesa aquí, es la información visual la que mejor activa las partes del cerebro asociadas con el placer y la recompensa. Nuestra afición por las pantallas de televisión, los reproductores de DVD, el cine... nuestra afición a las imágenes, en definitiva, es consecuencia de nuestro deseo de obtener placer a través de la estimulación visual.
Seguro que los has visto en todas partes: en páginas web, en facebook, en Twitter… Los vídeos explicativos son un nuevo formato de vídeo que se está popularizando mucho en los últimos años. Han pasado sólo 8 desde la publicación en YouTube del que está considerado el primer vídeo explicativo, que contaba las ventajas del uso de Twitter de la forma más sencilla, didáctica y simpática que se pueda imaginar, con unos dibujos recortados y unas manos que los movían frente a la cámara. ¿Lo recuerdas? Aquí puedes verlo.
Los vídeos explicativos y las infografías son demostraciones incuestionables del poder que tienen las imágenes. Mensajes que contados de otra forma serían indigestos y aburridos por su complejidad, explicados con la ayuda de imágenes sencillas, directas e icónicas, consiguen llegar, calar y fijarse en la memoria. Seguro que lo has oído infinidad de veces: Una imagen vale más que 1.000 palabras. Usar el número 1.000 es una arbitrariedad, evidentemente. Pero es un recurso retórico que expresa muy bien el poder brutal de las imágenes en comparación con las palabras. A continuación te explicaremos el por qué de ese poder de las imágenes. Sólo te adelantamos que esto es así por culpa de (o gracias a) nuestro cerebro.